Autoestima en la mujer a partir de los 50.
Los cambios hormonales de la mujer en este periodo, junto con la tendencia a engordar propios de la edad y el envejecimiento que se manifiesta durante esta etapa, influyen en su autoestima, y es necesario trabajar con o sin ayuda exterior, la percepción que esta tiene de sí misma…
Si a esto le añadimos la discriminación social y que la mayoría de las mujeres de estas edades, ya han acabado con la crianza de sus hijos y se les queda un hueco de su vida al descubierto, comprenderemos que la seguridad y la confianza que tenía en sí misma, se vean resentidas.
Pararse a pensar en este momento, las metas que ya ha alcanzado, o replantearse otras nuevas, más realistas y a corto plazo, se hace fundamental como punto de partida en el análisis que tiene que hacer de sí misma.
Tal vez sea el momento de apuntarse a ese curso que tantas ganas tenia de hacer, practicar más el deporte que dejo aparcado antes de ser madre, o por qué no, estudiar aquello que era un hobbie para ella.
A nivel físico es necesario, que además de hacerse revisiones médicas periódicas, incorpore hábitos saludables (si todavía no los tiene), como puede ser una alimentación más saludable, algo de ejercicio o movimiento diario, meditación y ejercicios mentales para prevenir la perdida de la memoria a medio o a largo plazo.
Debe recordarse que la vida social también es muy importante, y que es fundamental darse su tiempo para hacer planes con amigas, que seguro se encuentran en la misma situación que ella.
Cuidado con el lenguaje o lo que se dice interiormente sobre su físico, ya que muchas veces somos nosotras mismas las que nos convertimos en nuestras propias enemigas, debiendo ser conscientes de que somos lo que pensamos, y que debemos evitar esos diálogos internos que empeoran la situación y nos hacen sentirnos muy mal.
Por otro lado, si nos comparamos con estereotipos que son imposibles de alcanzar, la frustración va a crecer aún más, por lo que debemos enfocarnos en lo que, sí somos o tenemos, y no en lo que nos falta.
No olvidemos también que cargar con cosas del pasado es algo inútil, y que, si es necesario, buscar ayuda profesional para desprendernos de ello y poder avanzar, ahora es el momento.
Por último, centrarnos en el aquí y el ahora, sin mirar para atrás, pero tampoco agobiándonos por un futuro que nadie sabe cuál va a ser, es importante y necesario para poder disfrutar de todas las cosas que la experiencia de la edad nos ha dado, y debemos aprovechar.
María Jurado Madico
Psicóloga Col. Nº M-08685
Centro Psicológico Loreto Charques
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