Hay momentos en la vida de una madre o un padre que todos sabemos que van a llegar pero que no siempre queremos que se hagan realidad, uno de ellos es cuando toca hablar de la pubertad. A pesar de que en la actualidad los niños están expuestos a mucha información acerca del tema (¡cuidado con Internet!), lo cierto es que debemos asegurarnos de que son fuentes fiables, por ejemplo el colegio, o ser nosotros mismos los que abordemos el tema con ellos con total normalidad.
Pero… ¿cuándo tengo que tener esta conversación con mi hijo? La pubertad comienza entre los 10 y los 14 años para las niñas y entre los 12 y 16 para los niños, la idea es que poco a poco podamos ir hablando de este tema con ellos antes de que estén plenamente inmersos en todos los cambios físicos que se producen, y sobretodo antes de que recurran a fuentes poco fiables de información.
Es importante cuidar determinados aspectos pero sobretodo generar un canal de comunicación eficaz y de confianza entre ambos, mandando un mensaje claro de que es un tema del que se puede hablar abiertamente en casa sin ningún tipo de vergüenza o reparo. No obstante, ahí van algunos consejos para afrontarlo:
No busques un momento concreto y programado que suene a “ven, tenemos que hablar” ya que posiblemente genere una reacción nada recomendable en nuestro hijo como pensar que ha hecho algo malo o que va a recibir algún sermón. Es preferible ir incorporando pequeñas capsulas de información en nuestro día a día de una manera cotidiana, sin forzar situaciones y en consonancia a situaciones que puedan facilitarnos la tarea.
Utiliza un tono divertido y distendido, que genere confianza y sea capaz de captar su atención. Evita expresiones que puedan denotar vergüenza o incomodidad por tu parte, y sobre todo, no olvides que las cosas se llaman por su nombre.
Vamos a intentar adelantarnos a los cambios que va a experimentar para generar una previsión de acontecimientos que les evite sorpresas y sustos. Por ejemplo, vamos a explicarle a una niña en qué consiste la menstruación antes de que ella misma descubra el sangrado y pueda asustarse o sentir vergüenza porque no sabe lo que sucede.
Educación sexual. Recordemos que esta etapa de cambio es también la etapa de despertar y madurez sexual, por ello tenemos que abordar determinados temas como los riesgos en las relaciones sexuales sin protección, la identidad y orientación sexual, el respeto en la pareja o el abuso sexual sin que ello represente obstáculos en la comunicación con nuestro hijo. Buscamos ser un referente de confianza y seguridad en todas las esferas de su vida y esta es una más que debemos abordar con ellos.
La montaña rusa de las emociones. No nos olvidemos de este aspecto y del papel que juegan las emociones también aquí, seamos conscientes de ello e intentemos darles espacio para que puedan regularse y compartir con nosotros si lo desean.
Para concluir, y para facilitar la misión, añadir una pequeña lista a tener en cuenta sobre los cambios que todos los niños y niñas deberían conocer sobre la pubertad:
Las chicas adquieren formas más redondeadas, sobre todo en las caderas y piernas, en cambio a los chicos les sale la barba y sus músculos aumentan de tamaño.
Los pechos de las chicas aumentan de tamaño, incluso a veces uno en mayor medida que el otro. En los chicos, será el pene y los testículos. En relación a esto, es importante poder hablar abiertamente de tamaños, es habitual en ambos sexos la preocupación o incluso la vergüenza respecto a este aspecto.
Tanto a las chicas como a los chicos les sale acné. También empiezan a tener vello púbico y en las axilas, y que el de las piernas se vuelve más grueso y oscuro.
La voz de los chicos cambia y se les hace más grave.
Los chicos pueden tener poluciones nocturnas, es decir, eyaculan mientras duermen (no tengas miedo de poder hablar de este tema con tu hijo, normalizamos porque les pasa a todos y evitamos sentimientos de vergüenza).
Menstruación. En este punto es importante informarle de la posibilidad de embarazo, de la duración de cada ciclo y de la utilización de los distintos productos disponibles para el periodo.
Lorena Atienzar del Toro
Psicóloga Col. Nº M-25199
Centro Psicológico Loreto Charques
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