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Foto del escritorCentro Psicológico Loreto

Cómo hacer que un niño colabore.



Todos los padres y madres sabemos lo difícil que es, que un niño haga algunas de las cosas que le pedimos…


A menudo nos sorprendemos y arrepentimos de subir la voz a ese pequeño, que después de repetirle una y otra vez que haga algo, sigue sin obedecernos.


Entonces nos preguntamos si es nuestro hijo el que es cabezota y no responde a nuestras peticiones, o es algo que nosotros estamos haciendo mal.


Para lograr que un niño colabore, tan solo hay que tener en cuenta los siguientes aspectos, que resumo en unas líneas:


  1. Lo primero es recordarnos que nosotros somos los adultos, los que sabemos que es bueno o malo para nuestros hijos, y que tenemos obligación como padres, no solo de cuidarlos y atenderlos, sino de educarlos para que estén adaptados e integrados en una sociedad, que tiene una serie de normas de convivencia y donde la educación que reciban en su infancia, es la que va a facilitar o entorpecer su adaptación o no a la vida. Educar bien incluye además del amor y el respeto, poner límites que son necesarios, y mantenerlos.

  2. También es muy importante que los niños perciban a los padres, tranquilos y controlando sus emociones y actuaciones. Un padre o una madre nervioso o enfurecido, no es el mejor modelo que nuestro hijo puede tener. Si es necesario, dediquemos el tiempo que podamos, a relajarnos o a pedir ayuda para estar en equilibrio y al mando de nosotros mismos.

  3. Es necesario captar su atención antes de pedirle que haga algo. Si está ensimismado en sus juegos, difícilmente nos va a escuchar, por mucho que elevemos nuestro tono. Por ello, habrá que llamarlo por su nombre, y una vez que nos mire, hacerle la petición que deseamos.

  4. Si la edad lo permite, podemos preguntarle si a él le parece bien lo que está haciendo (si se tratara de un comportamiento que hay que corregir), o si sabe que es lo que tiene que hacer (si lo que queremos es que ejecute una conducta). Siempre es bueno que aprenda por sí mismo, lo que está bien o está mal, o lo que toca.

  5. Si no lo sabe, es nuestro papel enseñarles lo que queremos que haga, y eso solo se aprende a base de repetición.


Una vez establecidas las normas, que deben ser claras y concretas, ya solo queda que sepan, que toda conducta, tiene una consecuencia, y así deben de aprender las cosas más importantes que queramos transmitirles.


Si logramos hacer todo esto con ellos desde bien pequeñitos, poco a poco irán entendiendo que los padres hemos de enseñarles lo que está bien o está mal, e internalizaran esas normas, como parte del aprendizaje en su camino.


María Jurado Madico

Psicóloga Col. Nº M-08685

Centro Psicológico Loreto Charques

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