Los Sistemas o Modalidades Representacionales son un tema central dentro de la Programación Neurolingüística (#PNL).
La PNL se originó en EE.UU. a mediados de los años 70, el psicólogo Richard Bandler y el profesor de lingüística John Grinder estudiaron las mejores competencias de los grandes comunicadores de excelencia. A raíz de ello, crearon un amplio abanico de técnicas y modelos con el objetivo de deshabilitar pensamientos y comportamientos negativos y habilitar recuerdos, emociones, pensamientos y lenguajes nuevos con el fin de impulsar la mejora personal.
¿Qué significado tiene su denominación?:
Programación se refiere a los patrones que cada uno de nosotros tenemos y a través de los cuales pensamos y actuamos.
Neuro hace referencia al sistema nervioso, nuestra experiencia con el mundo se obtiene a través de los cinco sentidos y se lleva al cerebro a través del sistema nervioso.
Lingüística, se refiere al lenguaje, la forma en la que utilizamos el lenguaje para ordenar y dar significado a nuestras experiencias.
La PNL, por tanto, se centra en la representación mental que cada uno de nosotros nos hacemos del mundo a través de nuestros sistemas de percepción y del contenido lingüístico. Es un modelo que nos ayuda a comprender como procesamos la información que nos llega.
Los Sistemas Representacionales son filtros por los cuales seleccionamos, almacenamos y descodificamos la información que recibimos del exterior. La PNL propone tres categorías en función sea el sentido predominante de cada uno de nosotros:
El Sistema Visual: personas que piensan en imágenes, por ello, el sentido predominante es la vista. Utilizan palabras visuales para explicarse: visualiza, foco, ver, imagen, observa, mira, brillo, luz...
El Sistema Auditivo: tiene por excelencia el órgano sensorial del oído, tienden a prestar más atención a las palabras, por ello utilizarán habitualmente frases como: “me suena lo que me cuenta”, “escucha lo que te digo”, “no había oído hablar de ello”...
El Sistema Kinestésico: personas que perciben principalmente a través de las sensaciones físicas, texturas, olores... Palabras habituales en su forma de comunicar serán: suave, tocar, contacto, sensible, tensión, estrés...
Supongamos que tres amigas/os están disfrutando de un atardecer en la playa, ¿cuál sería la experiencia para cada una de ellas/os en función de su Sistema Representacional?:
Visual: mira el color del mar, su azul cristalino, se fija en el brillo y la forma del sol, el color del cielo...
Auditivo: escucha con atención el sonido de las olas, de los pájaros, el sonido del viento...
Kinestésico: disfruta con el tacto de la arena en sus manos, sus pies, de la brisa en su cara...
Es importante señalar que todos y cada uno de nosotros utilizamos los tres Sistemas de Representacionales para recrear la realidad, sin embargo, siempre vamos a tener un sistema preferente a la hora de procesar la información.
¿Qué beneficios podemos obtener de este aprendizaje?:
Desarrollar nuestro autoconocimiento.
Aprender a identificar el sistema de nuestros interlocutores y adaptar nuestra forma de comunicarnos en función de ello.
Obtener una comunicación más eficaz (pareja, hijos, amigos...), comprendiendo que no todos nos comunicamos de la misma forma.
Lograr que nuestros mensajes lleguen por igual a cada persona, ya que están ligados a los estilos de aprendizaje. Si trabajas en una profesión ligada a la enseñanza, al trabajo en equipo...este aspecto cobrará aún más valor.
El primer paso será observarte y descubrir cuál es tu principal Sistema Representacional, a raíz de ahí, podrás observar cual es el de las personas que te rodean.
Esther Cazalla Briz
Coach acreditada por ASESCO
Centro Psicológico Loreto Charques