El reto de #educar hoy
Educar es un acto natural, progresivo y sistemático de trasmisión de conocimientos y valores cuyo fin es llevar al individuo a la mejor perfección de uno mismo para poder contribuir al mantenimiento y crecimiento de la sociedad en la que se desarrolla con la voluntad de mejorarla.
Esto significa por tanto que la educación es progresiva, debe ir acorde a los tiempos, sociedades y edades del individuo, y va ligada al aprendizaje.
La educación es un derecho básico y formal que se aplica en las escuelas y directamente ligada a las familias, donde debiera existir una relación fluida para abordar no solo la instrucción en conocimientos de los niños sino una educación en valores. El papel que las familias ejercen hoy en la educación es a veces muy dispar, unas se delega demasiado en la labor de las escuelas, otras se las desautoriza.
La educación en las familias debe ser un compromiso que se adquiere por el solo hecho de ser padres, madres o tutores legales.
Existen muchos tipos de familias en la actualidad (sin hijos, biparental, homoparental, reconstruida, monoparental, de acogida, adoptiva, extensa…) y cada una de ellas mantiene unas relaciones y actitudes diferentes que conforman unos tipos de educación.
Hay familias uniformadas cuya educación es autoritaria, familias aisladas sin comunicación y no hay un criterio consensuado de educación, familias aglutinadas o amalgamadas con una idea de clan y de educación perfeccionista y matriarcal. Este tipo de familias y de educación suele ser tóxica a la hora de educar; las familias más saludables serían las integradas, aquellas donde hay cohesión de grupo, pero se mantiene la comunicación y flexibilidad necesaria para dar sitio a cada miembro de la misma favoreciendo su desarrollo.
Cada tipo de familia suele escoger un determinado tipo de colegio que cumplan los criterios que se manejan en ella y así encontrar la coherencia necesaria para favorecer el proceso educativo.
Hoy en día a muchas familias se les hace cuesta arriba el hecho de educar, el ritmo de vida y la falta de tiempo, las exigencias tecnológicas…, estas dificultades con las que se encuentran pueden hacer incluso sentir cierto temor a educar, temor a poner límites, a dudar si lo están haciendo bien o mal, a delegar demasiado. Hoy nos encontramos con familias que les cuesta gestionar las bases de la educación que son #amor, #ejemplo y #tiempo.
El amor es respeto, es comunicación es ayudar a gestionar las emociones, a expresarlas y a sentirlas, es hacer que cada miembro de la familia se sienta querido y aceptado por diferente que sea.
El ejemplo es la coherencia de no pedir a los hijos aquello que nosotros no hacemos, es buscar en ellos un aprendizaje activo. Es la difícil coherencia de vida, hacer lo que digo y no lo que hago.
El tiempo, siempre decimos que debe prevalecer la calidad frente a la cantidad, claro que el tiempo es calidad, pero la cantidad es también muy importante, no pueden las familias escudarse en la calidad del tiempo si en la mayoría de los actos relevantes de un niño no está presente la familia.
La calidad a veces es refugio de evitación de los conflictos y estos son necesarios para crecer, el conflicto es consustancial a la vida y no debe ser visto como violencia, es aprendizaje y ayuda al criterio personal, a evaluar situaciones y opiniones personales tan necesario para la autonomía y autoestima de las personas. El conflicto es parte de la existencia y tiene una vertiente positiva.
Por lo tanto, el miedo a educar hoy no debería existir si se hace desde el amor, el respeto, la comunicación y coherencia dentro de la familia.
Recomendaciones para una educación sana:
Comunicación sana, establecer el dialogo como base constante; ante el conflicto serenidad, usarlo como aprendizaje ya que los contratiempos en la vida existen y deben aprender a gestionarlos
Respeto, escucha activa
Gestionar emociones en común, con sus diferentes manifestaciones y sentimientos
Coherencia, educar con el ejemplo
Aceptación de cada miembro, tal cual es con sus dificultades o no
Colaboración estrecha y fluida con el centro escolar
Cuca Fernández Maseda
Licenciada en Pedagogía
Centro Psicológico Loreto Charques