La mayoría de los #padres de hoy en día fuimos educados a través de los premios y castigos, los cuales han demostrado tras numerosos estudios, múltiples desventajas en su aplicación, ya que el niño no comprende las #consecuencias de sus actos, sino que deja de realizar las acciones basándose en el miedo y no en la #responsabilidad o el resultado de su #conducta.
A través del método de las consecuencias naturales y lógicas damos la oportunidad a los niños de aprender no sólo a controlar su conducta sino también a tomar decisiones sobre qué conductas son más adecuadas a través de situaciones vivenciales ya que responsabiliza al niño (y no a los padres) de su propia conducta.
Antes de conocer este método es importante primero conocer algunos principios básicos, para que estas sean eficaces y poder ponerlas en marcha de la forma más optima:
Primero crear un clima de #respeto a partes iguales entre padres e #hijos, tratando a los niños con el mismo respeto que exigimos que nos traten a nosotros, de este modo las consecuencias lógicas no se percibirán como un #castigo, ya que no lo son.
Para ello es necesario ser firmes con la resolución y empáticos con sus emociones siendo compañeros y sostén de sus reacciones mostrando nuestra comprensión.
Evitar la sobreprotección, para permitir que sea el propio niño el que experimente las consecuencias de sus decisiones.
¿Qué son las consecuencias naturales?
Como su nombre indica son aquellas conductas que siguen de manera natural a una acción o conducta y hacen responsables a los niños sin ser necesario que los padres intervengamos evitando nuestro impulso a intervenir, ya que este tipo de consecuencias ayudan a experimentar en él en primera persona lo que ocurre. Pongamos algunos ejemplos:
Nuestro pequeño se encuentra jugueteando lanzando al aire el muñeco que le acabamos de comprar en la máquina de bolas. Nosotros miramos con desaprobación sabiendo el desastre que acontece en los próximos minutos, donde el muñeco se rompe. El niño comienza a llorar y nos dice que compremos uno nuevo. Nosotros nos mantenemos firmes, pero empatizando con su emoción y evitando el famoso “te lo dije / sabía que iba a pasar”. Para decir “es normal que estés triste porque se ha roto, pero ya compramos un juguete hoy”.
Al salir de casa el niño no quiere ponerse el abrigo. No le insistimos ni negociamos para que se lo ponga, al salir tiene frío y a los minutos nos lo pide el mismo.
Olvida sacar la ropa de deporte al volver a casa y echarla al lavar, al siguiente día antes de ir a entrenar la ropa se encuentra sucia y tiene que ir con otra o con esa sin limpiar. (lo mismo para deberes y tareas).
Estas consecuencias se aconseja utilizarlas ante situaciones donde: No son responsables con sus objetos, juguetes, ropa o lo pierden por descuido, cuando olvidan cosas de forma habitual (como útiles para el colegio, deberes etc) o cuando no ponen de su parte para facilitar situaciones de su vida cotidiana.
¿Qué son las consecuencias lógicas?
Cuando las consecuencias naturales no son posibles, para acabar con las malas conductas o en presencia de peligro (no vamos a dejar que un coche atropelle a nuestro hijo o que se dañe o dañe a otro niño para que experimente las consecuencias naturales), utilizamos las consecuencias lógicas. Las cuales deben realizarse de manera inmediata, con un tiempo limitado, deben estar relacionadas con la acción y ser respetuosas con el niño (sin humillarle). Ejemplos:
Nuestros hijos se encuentran forcejeando por sentarse en el mismo lugar del sofá para ver la televisión, en un momento dado uno propina una patada al otro y comienzan a pegarse. Intervenimos, separándoles y explicándoles que en esta casa nos tratamos con respeto y que bajo ningún concepto se va a consentir una agresión física de ningún tipo, por lo que lo más adecuado es que reflexionen antes en la habitación y que lleguen a algún tipo de acuerdo sino no se verá la película.
“Si no vas por la calle andando despacio y parando cuando te aviso, tendrás que ir de mi mano ya que podría ser peligroso si viene un coche”.
Mandamos recoger los juguetes ya que vamos a limpiar el salón. “por favor recoge los juguetes ya que voy a limpiar, sino lo haces tendré que guardarlos en bolsas en el trastero para poder limpiar, si no me es imposible hacerlo, podemos hacerlo juntos si quieres para que sea más rápido para ambos”. (ojo en este caso, ayudar, y hacerlo juntos, no hacerlo nosotros).
¿Pero… entonces en qué se diferencian los castigos de las consecuencias lógicas?
Las consecuencias lógicas se diferencian de los castigos en que estos últimos solo hacen referencia a un poder de autoridad del adulto sobre el niño, mientras que las consecuencias lógicas ponen en manifiesto los derechos y el respeto por ambas partes. Además, las consecuencias lógicas se relacionan estrechamente con el comportamiento inadecuado sin implicar un juicio por nuestra parte, permitiendo alternativas y decisiones personales.
Por ello es importante cuando vayamos a aplicar estas consecuencias lógicas, el utilizar un tono de voz correcto y respetuoso, ya que nuestra finalidad es la alentar hacia una buena acción. Para ello debemos explicar las consecuencias lógicas de manera corta y precisa anticipándonos, sin sermones, dando algunas alternativas correctas, asegurándonos de que comprenden lo que pueden afectar una mala decisión e invitando a la #reflexión para buscar el bienestar de todos.
Si ya se ha llevado a cabo la mala acción hay que intervenir con la mayor inmediatez a las consecuencias que habíamos advertido y asegurarse de que la consecuencia esta lógicamente relacionada con ese comportamiento inadecuado, haciendo borrón y cuenta nueva al terminar.
Esmeralda Armada Ortega
Psicóloga Col. Nº M-29040
Centro Psicológico Loreto Charques