Hoy os queremos ofrecer una serie de #recomendaciones para ayudar a los más pequeños a prevenir futuras secuelas psicológicas devenidas de esta crisis sanitaria, así como consejos para favorecer su bienestar psicológico durante el confinamiento.
Según la UTCCB (Unidad de Crisis de Barcelona de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Barcelona), “ante un hecho traumático, tanto en la población adulta como en la infantil, un 65% se recuperará sin secuelas y un 35 % desarrollará #TEPT (trastorno por estrés post traumático) agudo o crónico.”
Es habitual el malestar en este tipo de circunstancias, el objetivo no es evitar el sufrimiento, sino generar estrategias para gestionarlo y evitar que se cronifique en el tiempo y que se manifieste un trauma posterior. El trauma surge cuando no se regulan adecuadamente esas emociones, produciendo un malestar significativo en la persona.
¿Qué podemos hacer?
A grandes rasgos primero tenemos que observarnos como adultos, ajustar nuestros valores y expectativas, esto es, preguntarnos qué esperamos del niño, y ver que no podemos esperar lo mismo en una situación excepcional como en la que nos encontramos.
#Observar que las reacciones emocionales y comportamentales no duren más allá de 4 semanas y que esas reacciones no alteren demasiado las otras áreas de su vida: Alimentación, energía, sueño, higiene, salud, etc. Si notamos mucho desajuste y malestar, lo mejor es pedir orientación profesional.
#Escuchar y facilitar que expresen su emociones, eligiendo un momento del día en el que estemos tranquilos y podamos hablar de cómo nos sentimos, también podemos crear un diario emocional con ellos; un diario de gratitud también ayudara a nuestra mente a enfocarnos en lo positivo. Que sepan que estamos disponibles sin obligarles a hablar si no quieren. Animar a la niña o al niño a dibujar y/o jugar acerca de lo ocurrido. Os dejamos un vídeo recomendado para trabajar el desarrollo emocional con vuestros hijos, adaptado para los tiempos de coronavirus:
#Calmar las reacciones excesivas de #ira, #miedo o #tristeza. No intentar evitar el lloro o el enfado. Ayudarles a regularse promoviendo el #autocontrol. Existen técnicas de regulación emocional como la “Técnica de la Tortuga”, el “Rincón de la Calma”, o la práctica de #mindfunless, con las que podremos acompañarles en su #autorregulación. Sin olvidar que somos su modelo a seguir, y que los adultos tenemos que procurar nuestro bienestar para poder guiarles adecuadamente.
#Anticiparnos a los momentos de tensión, o situaciones que han venido siendo conflictivas, como la hora de apagar la consola. Manifestando lo que se espera de ellos y empoderándoles a través de un lenguaje positivo en el que les transmitamos confianza en ellos, alentándoles. Validar y premiar el proceso de cambio más que el resultado. Así conseguirán desarrollar una motivación interna, sintiéndose valiosos por sí mismos y no porque alguien se lo diga.
Desgraciadamente, las dificultades psicológicas en los más pequeños y no tan pequeños ya son una realidad. Por lo que es importante tomar medidas, y solicitar ayuda profesional para preservar la salud.
Tras este período de confinamiento, se ha realizado un estudio de la Universidad Miguel Hernández en el que se recoge que el 89% de niños españoles presenta alteraciones en el comportamiento durante la cuarentena. El 86% de los padres (84% de Italia y 89% de España) observaron cambios en el estado emocional y el comportamiento de sus hijos en esta cuarentena:
“Tenían más dificultades para concentrarse (69%), se sentían más aburridos de lo habitual (49%), estaban más inquietos (45%), más nerviosos (44 %), más irritables (43%), más propensos a discutir con el resto de la familia (40%), más intranquilos (38%), más dependientes de los padres (36%), más enfadados (32%), más preocupados cuando alguien salía de casa (30%), tenían más problemas de comportamiento (30%) y estaban más preocupados en general (27%). Además, comían más de lo habitual (25%), tenían miedo de dormir solos (24%), miedo a la infección por #COVID19 (23%), lloraban con facilidad (23%), estaban más desganados (21%) y más tristes (18%).”
Recientemente los pequeños han podido volver a salir a calle, y además de tomar las medidas de seguridad necesarias. Las normas de seguridad las podemos aprender a modo de juego, el juego es el idioma de los niños.
Respeta si tu hijo no quiere estar toda la hora fuera, incluso si hay días que no quiere salir, está en todo su derecho, es recomendable para su salud por ello es positivo ofrecerlo o animarles a ello pero sin obligar ni insistir. Valida sus emociones y opiniones.
Recordad que el paseo en estas circunstancias es una medida en beneficio de la salud psicológica de los menores por lo que es recomendable evitar castigar con los mismos, buscad otras alternativas al castigo.
A continuación os dejamos más recomendaciones en relación a la salida del confinamiento de los menores, de la mano del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid:
Cristina Vergara | Psicóloga Col. Nº M-30571
Centro Psicológico Loreto Charques
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