Mañana, día 27 de octubre, se celebra “El día nacional de Concienciación sobre el #TDAH”, y es por ello que no quería pasar la oportunidad de hablaros sobre este trastorno con el objetivo de reducir el estigma y los mitos que rodean al TDAH y favorecer su reconocimiento y detección precoz.
¿QUÉ ES EL TDAH?
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un trastorno crónico del neurodesarrollo que se caracteriza por la presencia desproporcionadamente elevada (teniendo en cuenta el desarrollo de la persona), de síntomas de hiperactividad, impulsividad e inatención. Se estima que el TDAH afecta aproximadamente a un 5-8% de la población mundial.
Hasta el año 2013 se definían 3 subtipos de TDAH (inatento, hiperactivo/impulsivo o combinado), pero tras ese año se tomó la decisión de eliminar esta división al haberse comprobado que el TDAH no es estable en el tiempo, pudiendo variar la predominancia de los síntomas a lo largo de la vida, por lo que se optó por dejar la clasificación por subtipos para hablar sobre la “presentación actual”.
Actualmente se estima que la causa del TDAH tiene como origen la herencia genética en un 65-75% y que el restante se debe a factores adquiridos o ambientales como las complicaciones pre/perinatales, la prematuridad, la exposición al alcohol o tabaco del embrión, o de factores moduladores como los diferentes estilos educativos, la exposición temprana a pantallas o la presencia de psicopatología de los padres.
Mediante técnicas de neuroimagen se ha podido observar ciertas alteraciones en el volumen y el espesor de la corteza cerebral de las personas afectadas con TDAH, su desarrollo es aproximadamente un 30% más lento e inmaduro que el de las personas sin TDAH.
DIFICULTADES DE LAS PERSONAS CON TDAH
Existe un gran abanico donde las personas con TDAH pueden tener dificultades en su vida cotidiana y que dependen de la edad de la persona, ya que los obstáculos y el contexto varían, como es lógico, desde la etapa infantil a la vida adulta. En líneas generales podríamos destacar dificultades para: mantener la #concentración, #planificar y #organizar tareas, en el #autocontrol #emocional y #conductual, en el reconocimiento e identificación de #emociones, en el control del tiempo, en la #perseverancia y la capacidad de #esfuerzo, en la #automotivación, en la capacidad para aprender de experiencias pasadas y en la interacción social.
¿CÓMO SE MANIFIESTA EL TDAH? ¿QUÉ SÍNTOMAS TIENE?
Es importante recordar que los síntomas son muy heterogéneos y no todos los síntomas se presentan de la misma manera en todas las personas, pero sí es importante destacar, como ya se mencionó anteriormente, la presencia desproporcionada de estos síntomas en comparación con otras personas de su misma edad.
En los bebés, de 1 a 3 años de edad, aunque no es posible aún realizar un diagnóstico. Se sabe que suelen ser lactantes muy irritables con una marcada variación temperamental, con problemas para dormir, una elevada impulsividad y una deficiente adaptación social a la familia y su entorno. Cuesta que obedezcan y respeten las normas.
En los preescolares, de 3 a 6 años, se ha observado una menor duración del juego, prefiriendo juegos de tipo motor ya que poseen una gran inquietud motora, desmontar, tirar o destrozar juguetes, en ocasiones conducta desafiante o problemas de aprendizaje. Sobre todo se ve afectada la sociabilización con otros niños y la interacción padres-hijos. En esta edad son muy comunes los accidentes ya que parecen no ser conscientes de los peligros y no anticipan consecuencias. El diagnóstico a esta edad sigue siendo muy difícil ya que la hiperactividad, la impulsividad y la falta de atención pueden ser propios de la edad.
Escolares de 6 a 12 años. Es para este grupo de edad para el que se tiene mayor evidencia científica, además los criterios diagnósticos se manifiestan de forma más evidente. Algunos niños son rechazados por sus compañeros o se llevan más reprimenda por profesores y padres al mostrar un rendimiento académico por debajo de su capacidad, por lo que se lesiona su autoestima. Se observa una escasa tolerancia a la frustración y dificultades en la organización y en la expresión oral para ordenar las ideas antes de transmitir el mensaje.
Adolescentes: tiende a disminuir la hiperactividad, aunque se mantiene cierto grado de inquietud e impulsividad interna, sin embargo, aumenta la sintomatología inatenta. Son frecuentes los problemas académicos, en el ámbito familiar y algunas conductas de riesgo por comportamientos impulsivos. En esta etapa se superponen las manifestaciones propias de la adolescencia (predominancia de la acción ante la reflexión, la invulnerabilidad, rechazo hacia los adultos, inseguridad…) con las manifestaciones de un TDAH por lo que los síntomas nucleares son menos evidentes (ya que se han acostumbrado no solo ellos sino también su entorno a ellos) por lo que el diagnóstico se vuelve más complicado.
Edad adulta, entre un 40-60% de los pacientes mantiene hasta la edad adulta cierta inestabilidad emocional, existe un mayor riesgo de problemas familiares y laborables donde prima la desorganización y la falta de planificación, existe una alta comorbilidad con otros trastornos psicológicos.
¿CÓMO SE HACE UN CORRECTO DIAGNOSTICO DEL TDAH? ¿CUÁL ES EL MEJOR TRATAMIENTO?
Como con cualquier #Trastorno, la evaluación debe realizarse por una persona especializada y con experiencia en el trastorno. El diagnostico no es clínico, muchos padres solicitan la realización de pruebas neurológicas para obtener un diagnóstico (TAC, resonancia magnética...), pero no existe una única prueba donde la persona da “positivo” como si fuera una prueba del COVID o embarazo, sino que se requiere de una valoración de diferentes dimensiones y áreas.
Lo ideal es realizar la valoración no antes de los 6 años, ya que no es hasta esa edad donde la corteza prefrontal se ha desarrollado lo suficiente para controlar los impulsos, concentrarse y autorregularse. Una buena valoración debe constar de:
Una adecuada historia clínica o anamnesis.
Exploración física y neurológica.
NUNCA debe basarse exclusivamente en la contestación de cuestionarios ya que tienen una gran carga subjetiva.
Evaluación neuropsicológica para apoyar la evaluación clínica y que nos ayude a hacer un correcto diagnóstico diferencial o de comorbilidad con otros trastornos (la presencia de dos diagnósticos de forma simultánea), debe constar al menos de la valoración de la capacidad cognitiva, la atención (selectiva, dividida, alternante y sostenida en diferentes periodos de tiempo) y funciones ejecutivas , además se puede complementar con la valoración de la lectoescritura, el lenguaje y habilidades viso perceptivas.
Existen otras pruebas complementarias para apoyar el diagnóstico y a la vez hacer un seguimiento en caso de requerir tratamiento farmacológico, como electroencefalogramas, hemogramas etc.
Como veis un correcto diagnóstico no solo depende de un único profesional, sino que debe ser multidisciplinar (#neurólogos, #psiquiatras, #psicólogos y orientadores escolares). El tratamiento más adecuado también debe producirse de forma multimodal, donde puede incluir un abordaje terapéutico (psicológico, psicoeducación a los padres o técnicas de manejo conductual y apoyo académico) y farmacológico.
¿Tienes dudas? ¿Crees que tu hijo o algún familiar puede estar afectado de TDAH?, en el Centro Psicológico Loreto Charques, somos expertos en el diagnóstico y tratamiento del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, siendo además, centro de referencia de la Comunidad de Madrid, colaboramos desde hace años con los mejores neurólogos y psiquiatras especialistas en este y otros trastornos asociados.
Esmeralda Armada Ortega
Psicóloga Col. Nº M-29040
Centro Psicológico Loreto Charques
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