“No busques fuera, el cielo se encuentra en tu interior”. Mary Lou Cook.
Comienza un nuevo año, y en este inicio, solemos ilusionarnos con la consecución de nuevos retos. Todo comienza con frases como “me encantaría conseguir…”, “si tuviera tiempo lo que haría sería…”, “si este año fuera capaz de…”.
Soñar aquello que nos gustaría conseguir es positivo, nos conecta con nuestros deseos, nos ayuda a desplegar las alas de la creatividad, de la imaginación y de la ilusión.
Sin embargo, en muchas ocasiones, si detrás del sueño no ponemos en marcha una serie de acciones, pueden quedarse en intenciones, en cosas que nos gustaría haber hecho. Alojamos en nuestra mente invitados que nos frenan como el “después lo haré…”, “más adelante seguro…”, “pero es que …” y de alguna forma, acabamos arrinconándolos, quedan desvanecidos, apartados.
¿Has pensado qué ocurriría si te tomaras realmente en serio tus sueños?, ¿y si te permitieras conseguirlos?, ¿y si te autorizaras para llevarlos a la práctica?
La vida es movimiento, es cambio, es acción, y afrontar nuevos retos nos acerca a la vitalidad, al entusiasmo, a la felicidad y a la ilusión.
El primer paso que tenemos que afrontar es transformar nuestro sueño/deseo en un objetivo. Los sueños se gestan en nuestra imaginación y los objetivos en nuestra realidad. De esta forma, nuestra mente comienza a enfocarse, nuestra energía se focaliza en una dirección concreta.
¿Cómo darle forma a mi objetivo?:
El objetivo siempre debe ser enunciado en positivo, es decir, aquello que quieres conseguir, por ej.: “quiero comenzar a salir a correr cuatro días a la semana de 09:00 a 10:00”, en lugar de “no quiero seguir sin hacer deporte”. Nuestro cerebro aprende en positivo, bríndale esta información.
Defínelo de forma concreta, precisa, evita generalizar, ej. ”quiero ser feliz”. En este caso, indagaríamos qué te aporta felicidad y de ahí estableceríamos el objetivo, ej. “quiero comenzar a realizar excursiones al campo dos fines de semana al mes”.
Realiza un ejercicio de sinceridad contigo mismo/a, comprendiendo el alcance de este objetivo en tu vida, ¿eres realmente consciente de lo que implica este objetivo?, ¿estás dispuesto/a a ponerlo en marcha con el esfuerzo y la fuerza de voluntad que implica? Esto te ayudará a tomar conciencia y responsabilidad sobre aquello que te propones.
Ubícalo en el ámbito (profesional, personal, familiar…) en el que se desarrolla y en el tiempo (cuando), de esta forma será más fácil comprometerte con él.
Visualiza tu objetivo, recréate, trata de visualizarlo al detalle, disfrútalo, te ayudará a sentirte más motivado/a y a generar creencias positivas.
Realiza un listado de las motivaciones que conllevan este objetivo, ¿para qué quieres conseguirlo? Es crucial en momentos de dificultad conectar con nuestras motivaciones más profundas, aquellas que nos movilizan y nos impulsan a seguir adelante.
Trabaja los obstáculos de forma anticipada, es una fase muy importante, es una forma de confrontar el objetivo con tu realidad. Conocer tus debilidades enfocadas a ese objetivo te ayudará a ir por delante. Hazte preguntas tales como: ¿cómo voy a enfrentarme a esta situación?, ¿qué dificultades me puedo encontrar?, ¿qué acciones puedo llevar a cabo para obtener un resultado diferente?, ¿qué pensamientos/imágenes puedo generar en ese momento en mi mente para superar ese obstáculo?...
Realiza un listado de tus fortalezas, te van a acompañar durante el proceso, solo podrás utilizarlas si eres consciente de ellas.
Con toda esta información podrás elaborar un plan de acción para llevar a cabo tu objetivo, recuerda la importancia de determinar qué vas a hacer para conseguirlo y cuando.
Y no olvides algo crucial, ADELANTE SIEMPRE ADELANTE, es un camino de aprendizaje y habrá momentos para todo, persevera y disfruta del camino hasta conseguir tu objetivo. Los errores son pasos necesarios para mejorar nuestro aprendizaje.
Si percibes resistencias, bloqueos, que te impiden asociarte a tus objetivos, estaremos encantados de acompañarte en tu proceso de crecimiento y transformación.
Esther Cazalla Briz
Coach acreditada por ASESCO
Centro Psicológico Loreto Charques