La semana pasada la noticia era que 7 mujeres habían sido asesinadas a manos de sus parejas durante el mes de mayo, cinco más respecto al año pasado. Nos hemos “acostumbrado” a convivir con noticias que hablan de esta horrible realidad, pero no resulta tan de dominio público las cifras relativas a la #violenciadegénero entre #adolescentes.
En febrero de 2021, la Delegación de Gobierno contra la Violencia de Género publicaba las conclusiones del estudio “La situación de la violencia contra las mujeres en la adolescencia en España". En este documento se comparan datos respecto a anteriores estudios de 2010 y 2013, y se llega a la conclusión citando palabras textuales que “disminuye la violencia de género entre adolescentes y aumenta la violencia sexual”. De aquí se desprenden algunos datos alarmantes:
El 14% de las chicas afirma haberse sentido presionada para actividades de tipo sexual, presión realizada en casi todos los casos (97,4%) por un hombre, que suelen provenir del chico con el que salen en un 55,7% de los casos.
Las situaciones que un mayor porcentaje de chicas de entre 14 y 20 años ha vivido, son las relacionadas con mostrar (48%) o pedir (43,9%) fotografías sexuales, y el 23,4% ha recibido peticiones de cibersexo online.
La situación más frecuente que los chicos reconocen realizar, es pedir fotografías online (17,1%), y pedir cibersexo online (7,4%).
Las situaciones de violencia de género que han vivido de forma más frecuente las chicas adolescentes son las de abuso emocional (17,3%), control abusivo general (17,1%) y control a través del móvil (14,9%).
El 11,1% afirma que se ha sentido presionada para situaciones de tipo sexual en las que no quería participar por el chico con el que salen actualmente (16,9%), o por el chico con el que salían, querían salir o quería salir con ella.
Decir que a pesar de que el titular está extraído de fuentes oficiales, el diferenciar violencia de género de violencia sexual resulta confuso. Cuando hablamos de violencia dentro de la pareja estamos englobando distintas formas de ejercerla que puede ser física, emocional, económica, social o patrimonial, entendida ésta última por la destrucción o usurpación de objetos con fines de dominación. Por ello no es más que un continuo o un cambio en la tendencia de ejercer la violencia de género que ahora se vuelve más patente en torno a la violencia sexual pero que no deja de ser violencia dentro de la pareja reflejada en nuestra población adolescente.
Al igual que en los adultos, dentro de los adolescentes se establecen relaciones de sumisión y poder dentro de la pareja que desembocan en agresión, para entender cómo funcionan podemos atender al llamado circulo de la violencia en el cual se plantean distintas fases dentro de un círculo cerrado del que es difícil salir.
La violencia de género en mujeres adolescentes es una realidad que a veces se silencia en la idea de que estos problemas solo los tienen los adultos, por eso es tan importante el visibilizar y tomar conciencia. Dentro de casa podemos prestar atención a determinadas señales de alarma que no deberíamos pasar por alto, fomentando un ambiente de confianza y apoyo para poder así dar el soporte necesario a nuestras hijas en el caso de que estén sufriendo algún tipo de #violencia o #acoso dentro de la pareja.
Por supuesto que este trabajo no solo se debería enfocar a las chicas, el trabajo en patrones de relación, afectividad y sexualidad saludables con los varones es fundamental para poder abordar de manera integral esta “pandemia silenciosa”.
Lorena Atienzar del Toro
Psicóloga Col. Nº M-25199
Centro Psicológico Loreto Charques
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